

PENSAR, DECIR Y HACER
Nelson Rojas - [email protected]
“No educamos para la paz. La gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra “. María Montessori
Por los siglos de los siglos las guerras han sido un azote para las naciones y es inadmisible y deplorable que los gobernantes del mundo, involucrados en conflictos bélicos, muestren tanta incomprensión, indolencia e insensatez. Sus intereses y conveniencias por el poder, los obnubilan, pierden el equilibrio y exhiben la maldad, que a la final se les revierte. Se creen seres inmortales endiosados por la fortuna material que les da el poder político. Se muestran arrogantes y prepotentes; se niegan a buscar acuerdos para la paz. Hoy más que nunca es tiempo de que las inteligencias se conecten con otras inteligencias y propendan a salvar la tierra de una conflagración nuclear, que sería el fin de una parte del planeta, o de todo el planeta, máxime cuando se está hablando no de la tercera guerra mundial, sino de la primera guerra global. Seria la destrucción de la naturaleza y de toda la especie humana, animal, acuática y vegetal, que existe en la tierra. Solo las cucarachas, y ciertos dípteros podrían sobrevivir. Una guerra es un enfrentamiento entre varias personas o bandos, normalmente países, cuyo fin es imponerse y vencer al enemigo. Y siempre surgen por alguna razón: económica, ideológica, territorial, religiosa, etc. Un conflicto solo sería una guerra si los belicosos han hecho una declaración formal de la misma. En una concepción de la doctrina militar de Estados Unidos no se hace distinción alguna, refiriéndose a los conflictos armados como guerras de cuarta generación. Las causas económicas han estado presentes en casi todas las guerras. El elemento económico es uno de los de mayor peso a la hora de iniciar un conflicto y es un detonante para la conquista de territorios, recursos naturales, legados de todo tipo e infraestructuras, entre otros. Tras casi cinco años de guerra en Yemen, el país se ha convertido en el escenario de una de las peores crisis humanitarias del planeta; igual podemos decir de Irak, Siria, Sudan del Sur, Somalia y Afganistán. Los números de victimas mortales incluyen las muertes de civiles y militares. Nos preguntamos, ¿será el Armagedón la última encrucijada de la humanidad? Sabemos que el Armagedón es la denominación del lugar donde se librará la batalla entre el bien y el mal en los últimos días del mundo, según el libro bíblico del apocalipsis, Este termino es preferible a Armagedón para eludir a un conflicto o catástrofe que implica exterminio o una gran devastación. Resulta cada vez más frecuente encontrar este termino en los medios de comunicación: “una baja población de insectos voladores desencadenaría un Armagedón ecológico”, “Obama preparaba un Armagedón digital en Rusia” o “La dramática crisis entre dos potencias, a causa de una isla del Caribe, casi condujo hasta el Armagedón nuclear”. Hoy los comentarios huelgan acerca de la guerra entre Rusia y Ucrania. Cual será el desencadenante de este conflicto, donde la OTAN no deja nada al azar con Rusia y prepara defensa. La organización del Atlántico Norte, conocida como OTAN fue fundada en el año 1949, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. 12 países firmaron el Tratado de Washington y acordaron crear una alianza mediante la cual se comprometen a la defensa mutua en caso de nuevas agresiones bélicas. En este mundo globalizado la geopolítica mueve el tablero. Un nuevo orden mundial luego de la pandemia del covid y las guerras, no debe ser liderado por ningún imperio, o naciones, cuyos gobiernos atentan contra los países progresistas a los cuales no se les respeta el derecho a su autodeterminación. ¿Se hundirá la tierra a consecuencia de la destrucción del hombre por el hombre? ¿En que tiempo de creciente inquietud habrá paz y calma para nuestra vida? ¿Cómo podemos ser victoriosos en la grave lucha entre el bien y el mal que hunde a tantos hogares y arrastra a tantos niños, niñas y adolescentes? ¿Que lectura le hacemos a la codicia, el odio y el creciente espíritu de guerra que agita a las naciones? ¿Por qué hay actualmente más frenesí? ¿Por qué las preocupaciones, la ansiedad y el temor son corrosivos que enferman y matan a los hombres? ¿Por qué tantos disturbios mentales? No sabemos como los perros de la guerra van a limpiar su imagen ante la historia. “La altivez del hombre será abatida, y su soberbia será humillada; y solo el Señor será ensalzado en aquel día”. Isaías 2:17. Ojala los extremos no se toquen. Ojo avizor.
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